Los cables industriales desempeñan un papel crucial en garantizar la confiabilidad y el desempeño en entornos industriales desafiantes, donde las temperaturas extremas, las altas presiones y las condiciones adversas son el pan de cada día. En climas fríos o ambientes con bajas temperaturas, es fundamental entender cómo las clasificaciones de resistencia al frío afectan la durabilidad y eficacia de los cables. Tres factores clave que deben considerarse son la Clasificación de Temperatura Fría, la Clasificación de Flexión en Frío y la Clasificación de Impacto en Frío. Cada una de estas características tiene un propósito específico para proteger los cables bajo estrés por bajas temperaturas y garantizar un desempeño óptimo. Sin embargo, es común que estos términos se confundan o se utilicen de manera indistinta.